Fragmento de la memoria de dirección

El baño de Susana no tiene como objetivo contar una historia con moraleja, sino que busca sugerirle, provocarle preguntas y crearle expectativas al espectador, para que finalmente se enfrente, como en un espejo, a sus propios juicios y prejuicios.

Para conseguir dicho objetivo, el espectador debe quedarse fuera, en un punto de vista Voyeur (ajeno al de cada personaje), para así tomar conciencia de que no tiene toda la información y por lo tanto nunca podrá llegar a conocer con suficiente profundidad el mundo emocional y las motivaciones de los personajes.

En el trabajo con los actores se buscará ambigüedad a través de una interpretación contenida y poco expresiva, Esta representación sobria, así como dar información parcial sobre el pasado de los personajes va a crear cierto grado de misterio que debería provocar la imaginación del espectador.

Se mezclan dos estilos en la manera de tratar la imagen. Por una parte, un tratamiento más frío y algo distanciado que registra los hechos y, por otra (en las secuencias del taller de la protagonista) unas imágenes más “estetizadas” que tienen referencias pictóricas de la historia del arte.

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